Así como los planetas giran alrededor del Sol, hay estrellas que giran alrededor de otras estrellas. De hecho, las estrellas que componen los sistemas estelares orbitan un centro de masa común al sistema — y, por cierto, es lo mismo que ocurre con los planetas del Sistema Solar. Aquellos sistemas compuestos por dos estrellas se denominan sistemas binarios y son objeto de estudio de muchos investigadores. Una de las formas más utilizadas para identificar y estudiar sistemas binarios es a través de sus eclipses. Dependiendo de la configuración de la órbita del sistema, es decir, cómo se alínea en el cielo, podemos ver una estrella siendo eclipsada por otra (lo que realmente se mide por fotometría es una disminución periódica en el brillo total del sistema cuando una estrella pasa adelante de la otra).
Se conocen muchos sistemas estelares, compuestos no solo de dos, sino de tres o más estrellas. Sin embargo, cuanto mayor es el número de estrellas, más compleja es la dinámica de estos objetos. Conocer y estudiar sistemas múltiples estelares (compuestos, por ejemplo, por más de cuatro estrellas), ayuda a comprender la formación y evolución de estos objetos que componen nuestra Galaxia. Según los modelos y simulaciones computacionales, cuyo objetivo es conocer los detalles y la probabilidad de formación de los sistemas múltiples estelares, los sistemas con una gran cantidad de componentes son raros y tienen una baja probabilidad de formarse. Además, en sistemas múltiples, la arquitectura también es importante para la estabilidad dinámica del sistema y definirá la probabilidad de su formación. Por ejemplo, la probabilidad de formar un sistema séxtuple (formado por seis estrellas) que consta de dos sistemas triples es 10 veces mayor que la de un sistema séxtuple que consta de 3 sistemas binarios.
Recientemente, un estudio realizado utilizando datos del satélite TESS (acrónimo en inglés de Satélite de Búsqueda de Exoplanetas en Tránsito) encontró un sistema de seis estrellas en el que todas eclipsan. Seis estrellas, seis eclipses. La probabilidad de detección de un sistema de este tipo por fotometría es muy baja, ya que las órbitas de todos los componentes deben estar alineadas, es decir, en una determinada configuración orbital, para que podamos ver sus eclipses. Además, el sistema descubierto consiste de un sistema binario más externo que orbita un sistema cuádruple más interno, que en realidad está compuesto por dos sistemas binarios. Se puede ver la arquitectura del sistema estelar llamado TYC 7037-89-1 (o TIC 168789840) en la siguiente figura. La identificación y caracterización del mencionado sistema reunió un esfuerzo conjunto de decenas de investigadores y astrónomos aficionados (amateur), utilizando diversas técnicas de observación y métodos computacionales, como el uso de redes neuronales y machine learning.
Enlace al artículo científico:
Powell et al., 2021, https://arxiv.org/pdf/2101.03433.pdf