(Ganímedes, en colores reales, vista por la nave espacial Galileo, en 1996. – Créditos: NASA/JPL)
Siempre que pensamos en la existencia de agua fuera de la Tierra, pensamos en Europa o Encelado, las heladas lunas de nuestros gigantes gaseosos. Esas lunas contienen una enorme capa de agua en su interior, un océano global de kilómetros de profundidad debajo de una espesa corteza congelada. Muchos se olvidan de Ganímedes (o Ganimedes), la mayor luna de nuestro Sistema Solar – ¡mayor incluso que el planeta Mercurio!
Ciertamente, existen algunos cuerpos en nuestro sistema planetario que presentan grandes reservorios de agua, como la luna Titán que puede contener cerca de 11 veces la cantidad de agua de nuestro planeta. Ganímedes, por ejemplo, puede tener más agua que Europa y Encelado juntas, muy probablemente también en forma de un océano líquido escondido debajo de su gélida superficie.
Según modelos basados en datos obtenidos por la sonda Galileo (NASA) y en evidencias colectadas por el Telescopio Espacial Hubble (NASA/ESA) en 2015, Ganímedes posee un océano subterráneo de agua salada, de cerca de 100 km de profundidad (aproximadamente 10x la profundidad del océano terrestre), debajo de cerca de 150 km de corteza congelada (compuesta básicamente por silicatos y hielo).
Utilizándose de imágenes de archivo de Hubble, los científicos detectaron evidencias de vapor de agua presente en la luna joviana por primera vez. Ese vapor sería el resultado de la sublimación del hielo – que ocurre cuando el agua pasa de su estado sólido directamente al gaseoso – en regiones calentadas en la superficie de Ganimedes.
¿Por qué es tan interesante el descubrimiento de agua? Porque despierta el interés astrobiológico, dado que donde hay agua, ¡hay probabilidad de la vida desarrollarse!
Ganímedes es uno de los cuerpos del Sistema Solar considerados potencialmente habitables por tener agua líquida de manera abundante en su interior. La Agencia Espacial Europea (ESA) ya tiene planeada una misión que explorará más a fondo las lunas heladas de Júpiter: la misión JUICE (del inglés, JUpiter ICy moons Explorer), con lanzamiento planeado para 2022 (y llegada al gigante gaseoso recién en 2029).
Enlace al artículo científico: Roth et al., 2021.