(Concepción artística de Ingenuity en suelo marciano. – Créditos da la ilustración: NASA/JPL-Caltech — Wikimedia Commons)
El helicóptero Ingenuity, o “Ginny” para los más cercanos, es una verdadera ingeniosidad (de ahí su nombre). Recientemente, tras su larga jornada hasta Marte, a bordo de la misión Mars 2020 y de un período de descanso al salir de su transportador – el vehículo robótico Perseverance -, Ingenuity realizó el primer vuelo de un artefacto humano en otro planeta. ¿Por qué ese vuelo fue considerado un hito? ¿Es tan difícil hacer que un robot vuele en otro planeta?
Después de superadas las etapas iniciales de la misión – es decir, sobrevivir al lanzamiento, llegar y posar con seguridad en Marte, desprenderse de su local de almacenamiento (en este caso, el rover Perseverance) y descender al suelo de Marte con seguridad, para mencionar algunas de ellas -, Ingenuity se ha mostrado apto para realizar tareas con autonomía al ser capaz de recargar sus baterías a través de sus paneles solares. Tener autonomía es una de las principales cualidades de Ginny, dado que el pequeño helicóptero (de menos de 2 kg) fue proyectado para volar sólo, sin el control de nadie. Esto es así porque cualquier comando enviado por la torre de control desde la Tierra puede llevar hasta 20 minutos para llegar a Marte, dependiendo de las posiciones de ambos planetas. Así, el helicóptero robótico debe de ser capaz de tomar decisiones de manera independiente para recargarse y volar, por ejemplo.
Construir una aeronave (pués, un helicóptero) que sea capaz de volar en otro planeta es un gran reto, especialmente en Marte, que tiene una atmósfera tenue de tan solo 1% de la densidad de la atmósfera terrestre. Para ello, sus rotores – los propulsores – deben girar a una velocidad muy elevada. Los rotores de Ginny, que miden cerca de 1,2 metros de una punta a la otra, deben girar a 2.400 RPM (rotaciones por minuto), aproximadamente. Para hacernos una idea, las hélices de un helicóptero convencional rotan a 300-400 RPM (valores aproximados). Pasadas algunas pruebas programadas, esta tan-bien-proyectada Ingeniosidad se ha mostrado preparada para su primer vuelo.
Este es un modelo de Ingenuity en 3D. Clique y arrastre para la visualización. (Créditos: NASA/JPL-Caltech)
En total, hasta ahora, Ingenuity ha realizado cuatro vuelos con éxito en Marte. El primero (muy emocionante, por cierto) fue modesto, llegando a poco más de 3 metros de altura y sin desplazamiento horizontal (es decir, Ginny tan solo planeó en el aire por algunos segundos), pero fue sensacional y muy animador! En su cuarto y más reciente – hasta ahora, claro -, Ginny ha volado más alto (5 metros) y ha recorrido un trayecto de 266 metros en total (133 m, ida y vuelta) en unos 2 minutos. Pero, ¿para qué servirá todo esto?
Uno de los objetivos es que sea un test de nuevas tecnologías y un precursor de la exploración planetaria aérea, y verificar si el reconocimiento aéreo puede ayudar o complementar el trabajo hecho por los rovers actualmente. Además, otros vehículos como este podrán servir de apoyo en futuras misiones, tripuladas o no, y ofrecer puntos de vista exclusivos o permitir la exploración de locales de difícil acceso.
Referencias y enlaces externos (solamente en inglés):
https://mars.nasa.gov/technology/helicopter/#helicopter
https://www.nasa.gov/feature/jpl/6-things-to-know-about-nasas-ingenuity-mars-helicopter